domingo, 20 de marzo de 2011

Creo que toca llorar

Eooooo, hay alguien ahí!!!!

Lo sé, he desaparecido durante bastante tiempo como para que detrás de esta pantalla haya vida esperando, pero bueno, vamos a intentar que alguién de señales de vida a través de la maquinita...

Esta semana he tenido bastantes tentaciones de pasear buscando a Genaro pero no he tenido tiempo, obligaciones varias, pero hoy DOMINGO tengo todo el día para mi, y tras darme palizón en bicicleta para tumbarme una hora al sol en la playa, regreso a casa pensando en visitar este espacio.

Esta semana mi pensamiento está en Japón, más que en el desastre, en el comportamiento de la sociedad Nipona.

 Hace dos años visitamos Japón, una maravillosa experiencia que creo que repetiré si o si. Lo cierto es que el primer contacto con ellos, en el aeropuerto, ya me dejó entrever que eran diferentes y que la relación con ellos no sería fácil.
Es una cultura totalmente diferente a nosotros, respetuosa hasta límites insospechados, introvertidos hasta el punto de sentirse ofendidos por nuestras formas, por nuestro tono de voz al hablarles, por nuestra manera de acercarnos a ellos para preguntar por algun lugar perdido. En todas estas situaciones me encontré con una sociedad que se cerraba, me mostraba sus brazos en forma de cruz, con un sólo deseo, que me alejará de ellos.

Regresé con la sensación de que era una sociedad muy poco dispuesta a ayudarme, a echarme una mano. Recuerdo todavía la llegada a Tokyo, cargados de maletas para dos semanas, buscando nuestro hotel que parecía que se lo hubiese tragado la tierra. Era imposible encontrar a alguien que nos diese indicaciones, nadie nos entendía, nadie sabía inglés o no estaban por la labor de entendernos. Me costaba pensar que en una de las sociedades más avanzadas del mundo, el nivel de inglés de sus habitantes es cero coma. Trás una semana allí empece a entender que su falta de empatía era debido quizás a la mezcla de su cultura y también de nuestro comportamiento, a nuestro parecer amistoso pero para ellos creo que insultante hasta incomordarles nuestras maneas y llegar a vernos maleducados.

Esta semana nos han asombrado de nuevo a todos y nos han dado una lección de civismo, ayuda al prójimo y paz.
Pero yo me pregunto si esto es sano.
Miles de dramas humanos nos han sido mostrados en televisión, miles de dramas para nosotros, dramas asumidos por ellos sin dramatizar porqué no se lo permite su cultura y han sido criados desde pequeños en una especie de asentimentalismo expuesto, no pueden demostrar sus sentimientos aunque por dentro esten destrozados.
Ver como una madre espera que encuentren a su hija de dos años que le arrebató la fuerza del sunami de su propia mano, todo sin soltar una sola lágrima, sin dramas, sin histerismos.

Es una cultural obligada a no mostrar sus sentimientos, aunque por dentro sufran como el que más.

Me da miedo verles explicar sus desgracias sin gritos, sin llantos...creo que a veces hay que llorar, y gritar, y maldecir, y patalear...y ellos no lo hacen, y dudo que no lo necesiten simplemente no les está permitido...

¿Será por todo esto que es la sociedad con el más alto indice de suicidios del mundo?